lunes, 22 de noviembre de 2010

Dejando atrás todo lo que nos hace mal. Olvidándonos del resto del mundo, de la opinión de los otros. Viviendo al límite, cada momento. Juntas amiga. Siempre juntas.
Si una cae, la otra se agacha y le da la mano. Si una sube alto, la otra se pone alas y la acompaña. Así funciona esto. No hay Cami sin Mica, no hay Mica sin Cami. Desde hace tanto tiempo, y hasta dentro de tanto tiempo, nosotras.
En las buenas, en las malas. Acompañándonos cuando duele, cuando ese nudo en la garganta no nos deja respirar. Acompañándonos en la felicidad. Aconsejándonos con la mejor onda, porque lo único que queremos es ver a la otra bien, porque no toleramos ver tristeza en la cara de la otra.
 Hablando MIL VECES de lo mismo, si es necesario, si eso es lo que la otra necesita (Vos sabés, y cómo lo sabés :_)
Cagándonos de risa.
Conociéndonos solo hasta el punto en que las mejores amigas saben y pueden conocerse.
Virtudes, defectos. Todo se comparte, todo se tolera. Sinceridad, apoyo, sonrisas, lágrimas. Y otra vez, en una foto más... vos y yo, mejor amiga. Te amo, gracias por tantos momentos, por tantos recuerdos, por tantas cosas inolvidables, por cada día que nos sentamos juntas, por esas horas y horas, en el colegio, en casa, en la tuya, en salidas. Gracias por estar ahí sin importar nada. Porque la opinión de los otros no cuenta... Sólo hay que hacer lo que sentimos.
Y yo sé que vas a hacer lo correcto.

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